El pasado jueves 4 de febrero, cuando a Bernat le estaban haciendo la transfusión, tuvimos una bonita visita. Era Salvador Tejero, uno de los voluntarios más veteranos y queridos del Hospital San Joan de Déu. Ahora hacía un par de meses que no lo veíamos. Pensamos que quizá lo habían cambiado de espacio del hospital o que ya no coincidíamos. Pero fueron ciertos motivos personales, que lo tuvieron ausente este tiempo. Y por todo ello, cuando entró en nuestro box nos pusimos muy contentos.
Salvador, comenzó siendo voluntario en la planta de oncología y al cabo de un tiempo, ya fue al Hospital de Día. Este año, hará 12 años que dedica parte de su tiempo, a una tarea tan generosa y altruista.
Lo conocemos desde que Bernat tenía casi dos meses de vida, y siempre ha demostrado que es una persona con un gran corazón. Sabe cómo tratar a los niños, los padres y / o familiares en momentos delicados. Y su presencia, contagia de energía positiva a todo su alrededor. No hay duda de que el voluntariado es su vocación. ¡Gracias Salvador!
El equipo de voluntarios en el Hospital San Joan de Déu es imprescindible y a lo largo de estos años, hemos conocido a personas con una gran humanidad. Nosotros les estamos muy agradecidos. Nos han acompañado en momentos y días más complicados que otros. Empatizando y sabiendo llevar la situación, han podido distraernos y hacernos sentir mejor tanto a Bernat como nosotros, los padres. Gracias de todo corazón.
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